miércoles, 25 de septiembre de 2013

Transrrauláica 2013 Día 2 Del Refugio de Conangles al Refugio de Colomers

Nos levantamos a una hora prudente (nuestros motivados compañeros de habitación ya estaban todos andando o incluso corriendo…) después de una plácida noche, sin ronquidos ni malos olores. Nos tomamos un buen desayuno, hicimos la mochila de nuevo y enfilamos por una bonita senda entre hayas donde incluso pudimos ver un par de cervatillos corretear.

Hasta llegar al Hospitau de Vielha, que se aposenta justo antes de la barrera montañosa que separa la Ribagorza del Valle de Arán, y que atraviesa el túnel de Vielha, el camino es cómodo, casi sin pendiente y a la sombra del bosque. Nada más llegar al Hospitau, gira hacia el este y ya ves la que se te viene encima. Otro murallón de rocas se interpone entre ti y tu destino y esta vez te toca subirlo. Es el port de Rius, largo y con buena pendiente. 
En aproximadamente una hora y media estamos arriba, desde donde se aprecian unas vistas excelentes del macizo de las Maladetas al Oeste. Dejamos definitivamente Aragón, con sus altos macizos inhóspitos y rocosos para adentrarnos en Lleida, donde las alturas serán algo menores pero por contra los bosques más frecuentes y tupidos.

Nada más llegar arriba, un pequeño estany nos da la bienvenida, pero lo pasamos rápido por la izquierda para llegar al Lac de Rius, mucho más grande y propicio para una buena parada donde tomar fuerzas. Es difícil renunciar al baño cuando llegas sudado y con el sol en la chepa, pero conseguimos evitar la tentación. Sin embargo teníamos claro que un día de estos lo llevaríamos a cabo, era un objetivo del viaje: bañito en un Estany.

Estany de Rius
Proseguimos la ruta ya cuesta abajo, adentrándonos en la Vall d’Aran por el valle que forma el barranco de Rius, con numerosas pozas y un ambiente casi primaveral, indigno del mes de Agosto. Se nota que este año ha nevado y llovido una barbaridad por aquí. De animada charleta continuamos la senda, hasta que en un momento ésta se separa del fondo del valle y discurre a media ladera. Ningún problema hasta ahí, pero de repente cambia de valle y tras una bajadita, emprende una terrible subida sin previo aviso con una tremenda pendiente.

Bajada hacia La Restanca antes de la criminal cuesta

Cuando llegas arriba cagándote en los muertos del diseñador del GR-11, por lo menos ya se ve el refugio de la Restanca, a la vera de una presa. Al llegar allí hicimos otra pausa donde incluso Dormidino se echó una siesta de 5 minutos, conscientes de que ya habíamos pasado la mitad de la etapa .

Para la segunda mitad de la ruta nos quedaba una dura subida, dividida en dos tramos: el primero hasta el Lac deth Cap deth Port y luego subir el port de Olhacrestada (o algo asi, que el ser respetuoso con los idiomas regionales no es sencillo). Con filosofía emprendimos la primera subida, que comienza justo al lado del refugio y que empieza y acaba con la misma pendiente: una de la hostia. Nos cruzábamos a gente que bajaba y luego subía y no entendíamos muy bien el porqué. Luego descubriríamos que para hacer la Carros de Foc completa es necesario pasar por todos los refugios y que este es el único que no incluye el itinerario circular, sino que hay hacer un camino de ida y vuelta para pasar por él.

Por fin llegamos al desague del Lac y tomamos posición en su orilla, donde nos metimos un buen bocadillo de fuet con tomate y por fin cumplimos el objetivo de hacer el dominguero bañándonos en el Lac/Estany/Ibon/Lago. Con nuestros bañadores nos metimos de cabeza, pero no estuvimos mucho tiempo porque estaba bastante fría y porque realmente no sabíamos si estaba permitido o no. Aún así, nos cayó una pillada por parte de unos excursionistas, pero bueno, no nos dijeron nada.
Dominguerismo extremo: tick

Descansamos un rato a la vera del Lac y proseguimos la marcha, para subir al Port de Olhacrestada, que es bastante criminal, y más a la solana. Nos cruzamos con unos bakalas catalans que iban con música en el móvil (¿¿??)y por fin llegamos arriba donde cambiaríamos de valle pero no de comarca (aún en Aran). El paisaje cambia un poco y es que deja de haber tantos torrentes y arroyos con lo que conseguir agua se hace más complicado. Desde este collado hay un fácil acceso al Montardo de Aran, pero la verdad es que la etapa ya era dura y ni nos lo planteamos.

Desde el Port de Caldes

A continuación bajamos un poco y volvimos a subir a otro pequeño collado y de nuevo bajamos a la vera de otros estanques. En el arroyo que los une cogimos agua antes de volver a subir otro pequeño puerto, ya el último de día, el Port de Caldes. Una vez arriba, ya solo nos quedaba bajar el valle a la vera de un precioso arroyo de montaña para plantarte en el refugio de Colomers.

Precioso arroyo de montaña bajando a Colomers

Este refugio esta horriblemente masificado ya que tiene fácil acceso desde el Valle de Aran. Hay dos refugios, el viejo (sin uso) y el nuevo, que es el que queda a la derecha. Habitaciones con muchos colchones y demasiadas plazas en mi opinión, pero bueno era Agosto, no se puede pedir más. Nos tomamos la cervecilla de rigor, nos duchamos y nos sentamos a cenar con unos chicos muy majos de Sabadell, una pareja vasco-navarra y los Sabadellienses del día anterior. La cena fue un tanto extraña, ya que consistió en sopa (vale), lentejas (no pondría yo legumbres en un sitio masificado con habitaciones masificadas) y trucha (que si, que estaba buena pero tras 10 horas andando mi cuerpo pide carnaza).

Nos quedamos un rato leyendo las revistas del refugio y salimos a ver las estrellas, que era el día de San Lorenzo. Lo de las lágrimas de San Lorenzo suena precioso pero tras 15 minutos con el cuello como si fueses un diplodocus nos hartamos de mirar para arriba y con el único frontal del que disponíamos nos subimos a sobarla.

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